“Vemos las cosas, no como son, sino como somos nosotros”. decía el filósofo Kant, en donde nos daba a entender que nosotros los seres humanos captamos la realidad según las formas de las cosas.
Siguiendo esa premisa se puede explicar que creíamos y se sigue creyendo que nosotros somos los únicos con la capacidad de comunicarnos.

Cuando en realidad diferentes animales se comunican entre ellos de diferentes manera, incluso las plantas lo hacen entre sí y por supuesto los árboles tienen su propio idioma.
Técnicamente, no hablan como nosotros los árboles tienen un idioma que viaja a través de la tierra que está en contacto con las raíces, así de esta manera intercambian información y nutrientes con otros árboles e incluso con otras especies.
En el 2016, la profesora en ecología forestal Suzanne Simard dio una charla en TED explicando cómo los árboles se hablaban entre ellos.

Suzanne pasó gran parte de su vida estudiando a los árboles donde pudo averiguar que enfrente de nosotros bajo tierra existe otro mundo donde hay vías biológicas que conectan a los árboles, otras plantas de las zona y animales todos trabajando en conjunto.
Imperceptible a nuestro ojos y debajo de nuestro pies se intercambian sustancias químicas, hormonas todo esto en una interacción con vida bajo tierra.

Incluso hay casos donde más son las personas que hablan con sus plantas o les ponen música para que crezcan sanas y bellas.
Asimismo hay un estudio donde se verificó que unos antílopes murieron envenenados y los responsables fueron los árboles cerca de la zona que se comunicaron entre sí, haciendo que sus hojas fueran más amargas y después de una exagerada cantidad de consumo eran venenosas.
De esa manera el sistema de alarma de unos árboles hizo que se salvaran otros de ser podados por los antílopes.

Así que la próxima vez que se esté cerca de un árbol hay que tener en cuenta que se está por encima de un lazo de comunicación.