El cuerpo humano se ocupa de tantas funciones al mismo tiempo por lo que cuando se encuentra al borde del cansancio suele dar signos de fatiga.
Aunque existen trabajos que suelen tener más exigencias que otros, no hay duda de que cuando se estudia para médico y se está laborando en un hospital las falta de sueño, y el estrés constante que suelen estar los pasantes, médicos, enfermeras, etc. afecta negativamente su salud.

Por lo que Investigadores de la Universidad de Michigan probaron el ADN de 250 residentes de primer año de medicina en todo el país.
Tomaron pruebas de saliva para poder examinar las tapas protectoras de los cromosomas llamadas telómeros que evitan que el ADN se dañe.
Lo telómeros suelen acortarse cada vez que las células se replican, pero cuando se vuelven demasiado cortas, las células saben que es hora de retirarse o autodestruirse.

Así que al momento del desgaste de los telómeros el proceso de envejecimiento comienza el cual está vinculado a muchas enfermedades relacionadas con la edad, como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardíacas.
Lo que los investigadores encontraron en los residentes es que en sus telómero envejecen más rápido de lo normal.
Los telómeros por lo general se reducen a una tasa de alrededor de 25 pares de bases de ADN por año, pero los médicos residentes de primer año experimentaron una disminución de más de 140 pares de bases en promedio.
Asimismo aquellos residentes que tenían turnos más largos tuvieron una contracción en su telómeros más rápida que aumentaba con la cantidad de horas que trabajaban.
A lo que los investigadores llegaron a la conclusión que todo ese tiempo trabajando duro repercute en el envejecimiento.
Y lo consideran de un tema urgente a tratar ya que puede desencadenar graves cuadros de ansiedad, depresión y agotamiento entre los residentes.

La solución a este problema no es solo reducir las horas de trabajo y quitar las largas semanas laborales.
Por lo que los investigadores aconsejan comida saludable entre sus descansos y evitar las transiciones de trabajo de día a noche para así evitar la interrupciones de sueño.
Y tener programas de bienestar estructurado como el que implementó Stanford después de que un estudiante de medicina se suicidara, en donde se le da apoyo a los estudiantes recursos para apoyar el bienestar profesional y personal.
Este tipo de programas de tutoría permite que los residentes menores se reúnan regularmente con los aprendices mayores y miembros de la facultad para discutir sus preocupaciones y objetivos.