Prostitución, la otra crisis en Venezuela

A principios de 2013 Venezuela comenzó a experimentar un punto de quiebre provocando una crisis política, económica y social en todo el país.

La escasez de productos básicos, medicinas, el aumento del desempleo y la migración masiva son algunas de las consecuencias que  ha hecho que los que se llegan a quedar en Venezuela busquen maneras desesperadas de sobrevivir ante la situación actual del país.

Por lo que los traficantes han encontrado una oportunidad para engañar a las más jóvenes con una promesa de que las sacarán de su situación y les darán comida.

Yoskeili Zurita es una de las muchas mujeres que en busca de una mejor calidad de vida huyó de casa pero se encontró con una red de tráfico de personas.

Con 16 años la sacaron ilegalmente de Venezuela por mar en un barco pesquero junto con decenas de mujeres que iban a bordo hacia el mismo destino.

Pero el barco que era muy pequeño no aguanto la sobrecarga de peso y comenzó a hundirse y una ola terminó por voltear el bote en donde iba también la prima de Yoskeili.

“Mi prima no sabía nadar. Me miró y me dijo: ‘No puedo hacerlo’”, recordó Yoskeili, quien pasó dos días aferrada a la cubierta del bote entre Trinidad que era el destino y Venezuela.

Solo nueve personas sobrevivieron entre ellas Yoskeili y otras mujeres que las autoridades dicen que fueron víctimas de una red de tráfico de personas.

Yoskeili recuerda el golpe de las olas, las mujeres que no podían nadar y se quitaban la ropa con la desesperada idea de que eso les ayudaría a mantenerse a flote.

Ante la situación el gobierno el Estado no respondió ante la existencia de redes de tráfico de personas trabajando, ni que se estaban hundiendo los botes al sacar a la mujeres ilegalmente del país.

Pero ante la presión de los familiares  el gobierno tuvo que indicar que no había siquiera tenía suficiente combustible para realizar operaciones de rescate. 

Asimismo el diputado de la Asamblea Nacional Carlos Valero nombro que había guardias nacionales involucrados en la red de contrabando.

“ La Guardia Costera y los funcionarios de inmigración recibieron sobornos de unos 100 dólares por cada mujer”.

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